3 de febrero de 2010

Luís de Santángel , el banquero del Rey que propició la conquista del Nuevo Mundo.


El para muchos desconocido Luís de Santángel era miembro converso de una familia de origen judío-aragonés de Calatayud o Daroca y que se radicó en Valencia. Su padre se enriqueció gracias a diversos negocios y la concesión de Juan II del arriendo de los derechos que debían pagar los genoveses asentados en Valencia. Juan II concedió a Santángel la recaudación de los intereses reales en Valencia, pasando a trabajar en 1478 directamente para la Corona. En 1481 alcanza el cargo de Escribano de Ración y su función principal en la Corte del Rey Fernando era la financiera: prestar dinero al Monarca, que éste después le devolvería con cargo a diversas rentas. Su influencia por esto va aumentando en la Corte y hace que Fernando el Católico asuma su protección frente a la Inquisición. Así, el 30 de mayo de 1497 obtuvo de Isabel y Fernando un privilegio excepcional: los estatutos de limpieza de sangre. De esta forma ,y pese a sus orígenes, ni él ni sus descendientes podrían ser llevados en adelante a los Tribunales del Santo Oficio. Sin embargo, por su posición y por el hecho de ser judío, fue el blanco de muchos intentos por deshacerse de él. El Rey le consideraba fundamental y por ello asumió su protección frente a la Inquisición.
En 1497, el Rey le recompensó con los bienes confiscados a los herejes en el Reino de Valencia. Además organizó junto con Francisco Pinelo, la salida desde Cartagena de contingentes de judíos con dirección a Italia y los Balcanes para su salvación. Pero su mayor hito es que fue determinante para la consecución de la expedición de Cristóbal Colón, al que conoció en el año 1486. Colón, tras entrevistarse con los reyes y no lograr convencerles, decidió marchar a Francia para ofrecer sus servicios al monarca galo. En ese momento conoció a Santángel, quien, tras conseguir que los reyes volvieran a escuchar al navegante, se ofreció él mismo para financiar el proyecto, propiciando que los monarcas aceptaran las pretenciosas condiciones impuestas por el futuro Almirante en las Capitulaciones de Santa Fe, que fueron firmadas por Santángel como secretario del Rey. Por este motivo Colón guardó mucho aprecio al valenciano, siendo Santángel sin duda el artífice del viaje y de los primeros a quien contó el éxito de su empresa. Falleció en el año 1498 y sus restos descansan en el Monasterio de la Trinidad de Valencia como así lo atestigua una losa lapidaria.